
“Creo en el dolor, creo en el miedo, creo en la muerte…”
Max Payne
Al igual que películas como Resident Evil o Lara Croft: Tomb Raider, Max Payne [EU, 2008] se inspira en un videojuego, con una añeja trama de revanchismo que emprende el solitario policía aborrecido por sus compañeros y arrinconado en una oficina de casos no resueltos, mientras intenta encontrar a los responsables de la muerte de su esposa y su pequeño hijo.
Si bien en ocasiones parece un remake de “Constantine” [EU, 2004] con Keanu Reeves, otro agente de la ley que debía tocar fondo y sacar fuerza de sus demonios, Max Payne tiene elaboradas secuencias de acción, así como un impresionante diseño visual, que rescata las atmósferas y ambientes del llamado cine negro policiaco. El realizador John Moore, ejecuta con habilidad una trama que además de liberar a duras penas varios tiempos muertos, resulta tan previsible como sus villanos, y la droga experimental que transforma a las personas en violentos adictos que alucinan con demonios alados.

Con todo, Mark Wahlberg logra otorgarle cierta aura de demencia y redención a su personaje, el problema que es muy notorio es que la película no se decide entre la formula al estilo Sin City [EU, 2005], las alegorías tenebrosas y de inframundo de Constantine o El Cuervo, y espectaculares tiroteos en cámara lenta como Matrix, pero es el pretexto para entretenerte pasar un entretenido rato.

//[Lars]////