Diciembre de 2012, el mundo de los cómics espera con ansias el capítulo número 700 de la serie de Marvel Cómics The Amazing Spider-man. No solo es el hecho que sea el número 700, si no que ese mismo año marcaba el aniversario número 50 del personaje y el final de esta serie.
Así como se estaba rumoreando desde hacía un par de meses, la presencia de Peter Parker como Spider-Man, dejo de ser. Días atrás se sabía el destino de uno de los personajes más queridos, esto en The Amazing Spider-man #700, lo cual da pie a que los coleccionistas, fanáticos y entusiastas fueran a sus tiendas de cómics y que acabaran con los lotes de esta entrega, acaparadores llegaban a comprar copias múltiples para tener asegurado no solo una parte de la historia; una fuente de dinero que los haría valer miles en años venideros.
La idea de comprar un comic por su valor a futuro, el conseguir un esperado, polémico e impactante ejemplar que pueda convertirse en algo invaluable, que pueda ser vendido en miles, y hasta millones. Esto no era lo que pensaban las personas hace más de 80 años cuando esta industria tomo vuelo, Cuando Action Comics #1, una revista que podía ser encontrada a solo unos centavos, salió a la venta. Haciendo mención de este legendario cómic, una revista que todos conocen, no solo debido al origen del cómic de superhéroes modernos, sino un número que en 1996 fue subastado en 150,000 dólares, y hoy en día, las pocas copias que aún existen de Action Comics #1, tienen un precio de 500,000 Dólares.
Este suceso comenzó una explosión de fascinación por los cómics, y su valor potencial, pasando de revistas y publicaciones literarias, se convirtieron en una mina de oro para los coleccionistas y emprendedores del cómic. Durante años posteriores, caza fortunas buscaban en todas partes ejemplares que en el futuro podrían valer cientos, o miles, acaparando cada ejemplar, cada número para poder tener la posibilidad de ser dueño de un tesoro en potencia.
Las grandes editoriales como Marvel y DC no se quedaron de brazos cruzados ante tal fenómeno, y comenzaron a aprovechar ese movimiento de coleccionismo, haciendo portadas variantes, las cuales se verían en menor número, además se llegó al extremo de portadas foliadas, que lo harían más atractivo al consumidor, y por consiguiente más raro y valioso. Este fenómeno tal vez no hizo que los ejemplares con portada foliada valieran más como se esperaba y poco a poco fue desapareciendo.
Pero realmente, ¿cuál es el factor que hace que un cómic alcance las cifras que hemos visto con Action Comics #1, Detective Comics #27 o Amazing Fantasy #16? Bien, el verdadero factor en que un cómic sea valioso es por su rareza, mera y simple rareza. Recordemos que Action Comics #1 salió en 1938, una época donde solo se veía como una revista más, las cuales terminaban siendo tiradas a la basura. Después, añadamos el factor tiempo, es el que le da valor al comic, no solo por su nivel histórico, si no por el estado físico de este. Con efectos del clima, uso, y métodos de conservación, este se tendría que deteriorar, restándole valor, pero si el ejemplar tiene suerte de aun encontrarse en un buen estado, eso le dará aún más valor comercial.
Volviendo a su rareza y al poco cuidado que había en 1938, la cantidad de ejemplares que existen en el mercado se irá reduciendo, habiendo menos ejemplares, y añadamos el efecto del padre tiempo, que irá desgastando sus hojas, y dándole menos valor. Para finalizar si logra soportar todo el tiempo, las condiciones climáticas y además de ser algo con gran impacto en la historia del cómic, este valdría miles. Pero! No sin antes pasar la revisión.
El que estos números sean cotizados a un gran precio no es por cuenta propia, casas subastadoras se dedican a valuar el objeto que será subastado, en este caso, el cómic. Esta misma revista debe pasar por un gran número de pruebas de calidad, las cuales son: revisar que este en buen estado, que no sea una reimpresión barata, que tenga valor histórico, y que sea raro. Al pasar estas pruebas, el comic resulta con un certificado, para posteriormente ser asegurado, que sea protegido y a su vez que tenga un respaldo, una autenticidad que demuestre que es algo real y que debe valer mucho. Y cuando ya tiene todo eso que respalda al ejemplar, la subasta comienza, como muchos saben, los coleccionistas, emprendedores y acaudalados serán los que le den un valor, que se reflejará en el precio final.
Pero a todo esto, ¿nuestros cómics que tenemos en estantes, valen algo? ¿O solo es papel?
En estos días podemos encontrar un cómic que a su salida pudo tener un costo de $30 pesos y sube de precio (por razones desconocidas) a veces hasta los $200 pesos. ¿Por qué pasa esto? Muchas veces puede ser el valor sentimental de los poseedores de dichos números, o a que en su momento la serie pudo tener un gran impacto pero al final termino siendo solo algo más, sin una trascendía que les de esa presencia de un cómic excelente, ya sea por su historia o dibujo.
En lo personal, tengo entre mis cómics algunos números de Hulk, de los años 80, rastree su costo y no es algo más de los 5 dólares, a pesar de su buen estado, entre algunos otros títulos de Uncanny X-Men de los 90, por los que pude conseguir $100 pesos por número, estoy hablando de un cómic que no salió hace dos años, que tiene un valor no solo por el tiempo. Si buscamos en mercado libre algún número de los muchos que han salido estos años de The Avengers podremos encontrarlo arriba de los $100.
Bien, pongamos algunos ejemplos. Recorramos la línea del tiempo de los cómics al 2009-2010, se publica en Estados Unidos Blackest Night una serie que, bueno mejor les dejamos las palabras del productor de cine Donald De Line:
«Blackest Night presenta el brillante arte viceral de Ivan Reis, ilustraciones que imbuyen al mundo de una sobriedad desconocida, más allá de eso es impactante por la manera que establece los personajes con una variedad emocional al ver a sus seres amados y a sus enemigos levantarse de entre los muertos»
Esta serie conto con un Director’s Cut y un número cero que se estuvo dando de forma gratuita, a que viene esto, bueno pues actualmente este número cero que fue ‘’Free Comic Book Day’’ se puede encontrar hasta en $2000 pesos! Cuenta con una portada variante en blanco y negro que es por la cual se pide esta cantidad, en México. Puede verse en $200, lo más bajo que e podido verla es en $67. ¿A qué viene esto? Bueno, esta serie no paso por lo oscuro, no es algo que solo tenga el valor sentimental de quienes la poseen y más esos dos tomos.
Otro ejemplo de un cómic que a sobresalido a través del tiempo es Batman #1, de 1940 y su costo actual es de 250,000 USD. No se ustedes pero de tener esa cantidad yo no dudaría ni un segundo en ofertar por el y creo que mi compañero tampoco pues, señores…. Lo vale!
Recordemos que cuando los compramos ya tienen un costo, un valor, y conforme a lo que nosotros tengamos sobre ellos, es el valor que le damos, el divertirnos, el entretenernos, el soñar. Pero es solo un valor tanto emocional como teórico.
¿A que queremos llegar con esto? Fácil, en México tenemos un gran problema, el de darle valor a los cómics como consumidor, y la misma industria dilapida el valor del cómic con series, ómnibus, absolute’s, números especiales, y re-impresiones que al final no le dan el mismo valor que el de una edición norteamericana, y terminamos dejándonos llevar por la fantasía y al momento de tener un ejemplar relevante le ponemos el signo de pesos, pero ¿realmente somos conscientes del costo? En la mayoría de los casos no.
Tal vez no mañana ni en 50 años lleguemos a ver el valor de nuestros cómics, pero puede ser que algún día, escondido entre libros y otras revistas, tengamos el próximo Action Comics #1. Mientras tanto, no hay por que adelantarnos.
//[Paoo, en colaboración con Lou ]//
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Play Reactor 
Es un problema de avaricia que afecta al df principalmente pues especuladores llegan y toman todo para vender después a precios desorbitantes, al menos con las series populares, o a veces solo es mala distribución como sea es algo que en el resto del país no se da sin embargo al momento de revender parece valga la comparación la ultima coca del desierto, es un problema que también tiene que ver con la popularidad ocurrió en los 90s cuando se tuvo aquel gran boom de comics, recuerdo que los precios los checábamos en la revista wizard y veíamos las fluctuaciones de los precios con gran especulación relamiéndonos los bigotes de que nuestros comics llegarían a costar similar, este segundo aire se ah mantenido gracias en gran medida a televisa, existiendo un buen número de publicaciones que ya para el mercado mexicano no se alcanza a comprar todo algo sin dudas bueno para los amantes del noveno arte que antes no teníamos, pero no nos engañemos la verdad es que el comic impreso en México revendido solo beneficia a los acaparadores, pues añado a tu rareza la variante de popularidad, porque si el personaje no es popular por muy raro y antiguo que sea no va a vender, de hecho hay comics mexicanos que pueden valer mucho aunque no tanto como los ejemplares que ya mencionaste, algún número uno del santo o de chanoc por poner algunos ejemplos por eso la verdad si no alcanzan algún numero de su serie de moda no lo compren a acaparadores eso solo va a terminar con una nueva época oscura del comic en el país, mejor si pueden bájenlo o pídanlo prestado así no se perderán la lectura sin contar que después sacan compilados y todo ese dinero que diste por un comic inflado en el precio se esfuma a tus ojos.
Esa es mi opinión.
Pues algo natural a mi parecer cuando un negocio como este crece, enlos videojuegos básicamente se llega experimentar algo similar. Creo que uno de los casos más notorios es el ya mencionado último número de amazing spiderman o la muertes spiderman (ultimate) que se llegó a agotar muy rápido y revenderse a más del doble
Es Amazing Fantasy #15, no #16.
Tengo comics de superman originales de los años 50, que precio apróximado tendrian?
En México hay compañías que inflan los precios de series populares a solo unos días de su salida, creo que abusan de la popularidad de la serie. O con números de Spiderman por ejemplo en alguna ocasión un amigo pago 70 pesos y casi me mata cuando le dije que yo la compre a 18 en un puesto de revistas
Excelente artículo, esto es una realidad en nuestro país estamos acabando con esta industria, un ejemplo que son dos caras de una misma moneda, allá por los noventas conseguí la muerte de Superman segunda edición con el paso de los años está edición se llegó a cotizar hasta en $500 pesos actuales, después de siete reediciones y algunas con empastado de lujo por parte de televisa la segunda edición la he llegado a ver en venta en $150, otro ejemplo atracciones fatales yo no la conseguí en su momento y la llegué a ver hasta en $700 pesos pero cuando Televisa sacó la reedición con todas sus portadas y el holograma a un precio super accesible al fin pude tenerlo y obvio las ediciones de vid ahora casi no valen nada, la culpa es de acaparadores que lucran con esto y de coleccionistas que venden sentimentalismo y que ofrecen sus cómics a precio de oro, por una parte el vendedor que se dedica a esto le compra al coleccionista necesitado sus cómics a precios muy baratos como si le estuvieran haciendo el favor y los revenden a precio de oro bajo la premisa de comprar barato y vender caro y los coleccionistas que venden sus colecciones las ofrecen igual a precio de oro como si de verdad los valiera, no hay ninguna regulación al respecto con el cómic mexicano como una guía tipo wizard y esto afecta a los que llevamos tempo en esto y no compramos cómics americanos y solo las «reimpresiones» mexicanas que dicho sea de paso para algunos estos no tienen valor por no ser originales, urge urge hacer algo al respecto, otro punto son los cómics robados (nunca he sabido cómo fregados los consiguen si se supone que no debería de ser) que al ser robados los dan a precio más barato que de portada y claro a cualquier coleccionista le conviene sería una tontería pagar el precio de portada cuando te lo ofrecen hasta al cincuenta por ciento menos de su valor de previo de portada, urge una especie de regulación en una industria que especula (el cual es el cáncer del coleccionismo) el precio del cómic y que realmente sólo a unos pocos benefician.