¿Quién no se ha burlado de los oficinistas? Que si su trabajo es aburrido, que si su espacio de trabajo es muy depresivo, que si su jefe es un HDP, que sus compañeros de cubículo son insufribles y mil cosas que podría agregar.
Pero todos estereotipos son retomados en esta serie, llamada The Office, en este caso, me enfocare en la serie norteamericana, que se baso en su contraparte británica del mismo nombre. Esta serie se estreno en marzo de 2005, y hasta la fecha se sigue trasmitiendo su octava temporada. La serie es protagonizada por Steve Carell, Rainn Wilson, John Krasinski, Jenna Fischer, B. J. Novak y Ed Helms.
La trama se centra sobre una proveedora de papel ficticia llamada Dunder Mifflin situada en el poblado de Scranton, Pennsylvania. El gerente de esta sucursal, Michael Scott (Carell) siempre trata de motivar a sus empleados pero siempre logrando resultados adversos. En la plantilla de trabajo tenemos al bromista Jim Halpert (Krasinski), a la recepcionista Pam Beesly (Fisher), al vendedor Dwight Schrute (Wilson) e incluso el practicante Ryan (Novak). Teniendo una técnica de cámara estilo documental o de entrevistas, con una sola cámara, lo que hace darle un toque fresco y sobre todo, generando cierto sentido de “estar presente” durante las horas de trabajo en la papelera.
The Office es una comedia con un humor bastante negro, incomodo para algunos, ya que hay chistes raciales, sexuales e incluso homofóbicos. Siempre encontraremos interacciones entre los empleados, la creación de alianzas para mantener el poder dentro de la oficina que se refleja en cosas insignificantes como la organización de fiestas, el asistir a juntas e incluso manejar la sucursal a costa de su gerente.
A lo largo de estas ocho temporadas, pudimos ver la evolución de personajes, sus relaciones, la salida de gente del cast y la llegada de nuevos empleados, así como la casi quiebra de la empresa, y su subsecuente compra por otra empresa. The Office cuenta con tantas referencias culturales, musicales, e incluso de la cultura pop, además de situaciones bastante inusuales, que tal vez para algunos los haga sentirse incomodo, en especial los personajes de Michael Scott y Dwight Schrute.
Si tienen tiempo, les recomiendo ampliamente esta serie, pueden encontrar las primeras seis temporadas en Netflix, así que hagan un tiempo en su agenda y denle una oportunidad. Es una serie que se pasa como agua, ya que cada capítulo dura cerca de 20 minutos, por lo que en un rato se puede avanzar bastante.
//[Cibernetico HB]//



