Nombre: The Legend of Zelda: Majora’s Mask 3D.

Desarrollador: Nintendo.

Distribuidor: Nintendo.

Jugadores: 1  jugador.

Género: Aventura.

Muchas personas consideran a The Legend of Zelda: Ocarina of Time como uno de los mejores juegos de la historia, lo que hace de la existencia de Majora’s Mask algo sorprendente. La disposición de Nintendo para alterar drásticamente una de sus franquicias insignia a una formula de éxito (y llevarla hacia una dirección mas oscura) tan rápidamente después de la liberación de Ocarina es aún mayor ahora que tuvimos 15 años para reflexionar de eso. Majora’s Mask es todo un juego de Zelda, pero su plazo restrictivo y activo de carácter reciclado era algo que los aficionados divisaban de manera algo negativa. A pesar de que se alejó de lo que era una tradición en la franquicia, el atractivo de esta entrega es de gran alcance, y Majora’s Mask 3D es la excusa perfecta para volver a la más extraña aventura de Zelda jamás lanzada.

A pesar de que se ha ajustado de manera positiva a lo que es el Nintendo 3DS, Majora’s Mask se juega y siente familiar. Recordamos “Termina” como un mundo triste, y lúgubre; con este remake esperamos ese momento, esa sensación con la jugamos por primera vez el titulo, el resultado es que nuestros recuerdos fueron deformados de manera positiva. Todo es tan gótico como recordamos, Majora’s Mask es un juego sorprendentemente oscuro, con trasfondo de tristeza aguda, eclipsado por la luna gigante flotando en el cielo. La rotación de tres días le da la oportunidad de observar de cerca la vida de los que viven en “Termina” y nos sorprendió por lo interesante y extraños que son sus personajes (incluso después de todos estos años). El tono, el mundo y la historia, todo se mantiene bien.

Mas allá de la historia, en Majora’s Mask las mazmorras y combate están relativamente sin cambios para esta nueva versión. Aunque debemos decir que “Termina” tiene menos mazmorras que otros títulos de Zelda a los que podemos comparar, no tiene escasez de secretos. Con menos mazmorras, rompecabezas están dispersos por todo el mundo, creando un entorno más denso y más consistente.

Majora’s Mask 3D tiene una serie de cambios con respecto a la versión original del N64, y más que el remake del 2011 de Ocarina of Time si comparamos esa con su original. Algunos cambios son pequeños, mientras que otros afectan drásticamente el ritmo, pero cada cambio vale la pena y están bien implementados por algo. En el N64 si se quería participar en un evento especifico se podía acelerar el tiempo para hacer que llegue más rápido, pero aun así, no se puede escapar de la necesidad de esperar. Link aún no puede ir hacia atrás en el tiempo (Que no sea por el restablecimiento completo, lo que lo situará de nuevo al principio del periodo de tres días), pero ahora se puede saltar hacia adelante en el tiempo cuando quiera. Esto elimina cómodamente nuestra principal queja acerca del juego de una buena manera, nos forzaban a sentarnos alrededor y matar tiempo, a pesar de que un temporizador de cuenta regresiva se alzaba en la parte inferior de la pantalla.

Aunque el problema más grande se corrigió, Majora’s Mask todavía tiene algunas frustraciones. The Groundhog Day o el día de la marmota que es algo natural dentro del juego significará que lo estaremos repitiendo mucho, en algunos casos haciendo las mismas cosas pequeñas cada vez que se reinicia. El paso inevitable del tiempo interrumpe innecesariamente nuestros objetivos a corto plazo; mientras se persigue un fantasma a través de la nieve, nos movimos entre uno de los escenarios en el segundo día y el fantasma desapareció, lo que nos obligo a reiniciar la persecución desde el principio.

El temporizador también puede crear algunos momentos impresionantes de intensidad. Mientras trabajábamos en el dominio de la mazmorra de Zora, nos quedaba justo ese momento en la noche del tercer día durante la boss fight. Como la pantalla se ponía en shock y el desastre en el juego se cernía afuera, nosotros estábamos frenéticamente junto a un gigante mecánico enmascarado tratando de llevar a cabo el dominio lo mas rápido posible. El temporizador crea un nivel de intensidad pocas veces visto en un juego de esta franquicia, ya solucionando algunos reparos menores nos encontramos amando todo de nuevo.

Los jugadores puristas no aprueban los cambios realizados en Majora’s Mask por leve que sea, pero creemos que los cambios son buenos. Es todo lo que ustedes recordaran pero son el aburrimiento o frustración relacionados que tuvo con el paso del tiempo. Majora’s Mask era un juego adelantado a su tiempo en el año 2000 y esta nueva remasterización no hace más que confirmar ese sentimiento. Ya sea que estemos volviendo a Termina o que la visites por primera vez, The Legend of Zelda: Majora’s Mask 3D es la forma ideal de experimentar este clásico.