Reseña | Cuando Las Luces Se Apagan.

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Cuando Rebecca dejó su casa, pensó que había dejado sus miedos de la infancia atrás. Siendo una niña, nunca estuvo segura realmente de lo que era real, y de lo que no, cuando apagaba las luces… y ahora su hermano pequeño, Martin, está experimentando los mismos escalofriantes e inexplicables eventos que en el pasado pusieron a prueba su salud mental y amenazaron su seguridad. Una entidad aterradora con un misterioso lazo con su madre, Sophie, ha reaparecido. Pero esta vez, conforme Rebecca se acerca a destapar la verdad, no puede negar que todas sus vidas están en peligro.

El génesis de esta película se suscitó gracias al éxito que tuvo el cortometraje Lights Out en YouTube, una breve idea aterradora que funciona muy bien en escasos dos minutos de duración y que llevó a su director David F. Sandberg a debutar en largometrajes, aunque la historia fue escrita por Eric Heisserer, responsable de Destino Final 5 y como ya escribí al inicio de este texto, el productor es James Wan, lo que hace parecer que Sandberg imita la estética y narrativa visual del director malayo, con todas sus pros y contras.

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La premisa de la historia es grandiosa y hasta se podría decir que original, ya que ahora nos da un motivo más para tener miedo a aquellos que no nos gusta quedarnos en total oscuridad con este nuevo monstruo cinematográfico, que resulta aterrador.

Por momentos logra transmitirnos mucha tensión, jugando con recursos que son clichés para el género pero que resultan efectivos aquí. Un valor técnico a destacar en esta película es el trabajo de iluminación, fundamental para que pueda funcionar lo que ocurre en pantalla, transmitiendonos la ansiedad de los protagonistas cada vez que un pequeño atisbo de luz ilumina la hambrienta oscuridad.

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Es difícil (sino es que imposible) tener empatía con los personajes principales: Maria Bello se siente desperdiciada, Teresa Palmer es muy gris y el pequeño Gabriel Bateman resulta molesto. Si acaso es Alexander DiPersia, quien da vida a Bret, el que logra ser más interesante y efectivo en el desarrollo de la película.

Realmente es una película con bastantes agujeros en su trama, que de pronto todo parece un mero pretexto para aplicarnos una serie de jump scares, cuyo desenlace resulta predecible.

Si son fans de las películas que ha dirigido y/o producido James Wan, seguramente van a disfrutar de esta película. Ya se anunció una secuela para Cuando las Luces se Apagan, que esperemos resulte mucho mejor y también nos gustaría ver una película de David F. Sandberg donde pueda ser él por completo (seguramente en Annabelle 2, que ya está dirigiendo, volverá a ser un emulo de Wan), porque este tipo podría sorprendernos en algún momento.

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