
«The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom» es el último capítulo de una saga legendaria que ha cautivado a los jugadores durante décadas. Desarrollado por Nintendo, este juego de acción y aventura nos sumerge en un mundo vasto y misterioso lleno de peligros y secretos por descubrir. Pocas veces en la historia de los videojuegos, una secuela ha levantado tantas expectativas pero que al ver el resultado final después de horas jugadas y que aun nos falto más por descubrir, podemos decir que el resultado fue más de lo que esperábamos. «Tears of the Kingdom» no solo cumple las expectativas, sino que las supera con creces, esta es nuestra opinión del juego.
Aquí volvemos a retomar el papel de Link que tras haber derrotado a la calamidad en Breath of the Wild, él junto a la princesa Zelda se adentran a las profundidades del castillo de Hyrule para descubrir lo que en verdad encierra sus muros y ver de primera mano aquella oscuridad que ha traído tantas desgracias. Con esto ven que en efecto hay una fuerza retenida en las profundidades, misma que al estar dormida emitía una energía maligna demasiado tangible y que se despierta al percibir al héroe que empuña la espada maestra junto a la princesa. Esto hace que este ser vuelva a la vida librándose de una extraña mano que lo mantenía retenido pero que al romper esas cadenas no hace más que volver a deja al reino de Hyrule bajo una fuerza oscura, dejando muy gravemente herido a Link y desapareciendo a la princesa Zelda.

Con esta premisa inicia la secuela de uno de los juegos más alabados en los últimos tiempos desarrollado por Nintendo y es que Link ahora recuperado y con un brazo diferente (mismo que era el que retenía a la entidad maligna) inicia su viaje en un vasto mapa lleno de regiones únicas, desde extensas llanuras hasta montañas nevadas y antiguos templos en el cielo. The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es una realidad y vaya formar de iniciarnos en esta aventura.
Obviamente todo el inicio es así de fuerte para volvernos adentrar en el mundo de Hyrule, y dando el pretexto indicado para de nuevo ir en ceros, sin mucha fuerza, armas, vida, etc. Pero claramente ¿Como mejorar en este punto a uno de los grandes protagonistas de Breathe of the Wild como lo fue el mapa de Hyrule? Bueno pues ahora el mapa se expande verticalmente, y es mucho más denso que el que ya conocimos en el juego anterior, ya que hay muchas cosas familiares pero también más zonas donde ahora con el tiempo han cambiado, sin dejar atrás los escenarios que encontraremos en el cielo mismos que son bastante grandes para explorar, encontrando de esta firma una mezcla perfecta de familiaridad y novedad en la que Tears of the Kingdom encuentra su propia identidad y se aleja de la entrega anterior. Otra cosa también a destacar en este mapa que se roba mucho protagonismo en Tears of the Kingdome son las cuevas y el subsuelo de Hyrule que sin entrar en mucho detalle para no estropear la sorpresa del todo, nos encontrábamos en un punto donde eramos incapaz de ver una cueva y no meternos directamente en su interior para descubrir qué se ocultaba en sus profundidades ¿Habría una nueva pieza de armadura? ¿O un nuevo tipo de enemigo?

Con esto podemos esperar también más vida dentro del mismo Hyrule, con muchos de sus habitantes ahora por doquier y por ende un sin fin de misiones secundarias que expanden más el contenido del juego pero bueno, a todo esto hay que hablar de la jugabilidad del título y es que en los primeros minutos del mismo nos dejan claro la mecánica que ahora será más que presente en Link con su nuevo brazo.
Para no dar spoilers sobre el origen de este brazo que arruinen algo de la historia para los mas fanáticos, diremos que este proviene de una antigua civilización de Hyrule, misma que poseían gran inteligencia y conocimiento, es aquí donde al entrar en el primer santuario conocemos más de sus habilidades y es que ahora con este brazo podremos crear muchas cosas que nos facilitaran la exploración pero que también será fundamental dominar para las aventuras que nos esperan.

Este brazo permitirá no solo crear cosas sencillas como puentes, balsas, carretas, etc; sino que con el tiempo nos permitirá a travesar estructuras verticales, controlar por unos instantes el tiempo y demás. El tema de la creación y la forma en que con los diferentes materiales que ahora nos ofrece el juego, ha hecho que las personas enfoquen esta mecánica con una creatividad deslumbrante, llenando las redes sociales con videos en plataformas como tiktok donde puedes ver como todo esto ha dado pie a numerosos artilugios pero también a muchos memes o trucos tan ingeniosos que son sorprendentes para matar a los enemigos más poderosos.

Con esto retomando un poco el tema de los santuarios, aquí tendremos muchos relacionados a las nuevas mecánicas de nuestro brazo, llenos de ingenio y a la vez bastante desafiantes, donde sus puzzles son mucho más imaginativos e interesantes que los que jugamos en Breath of the Wild, llevándonos al punto en que completar cada uno fue de las cosas que más nos divirtieron en las primeras horas de juego y más nos motivaba a explorar el mundo. Y claro, si hablamos de los santuarios también toca hablar de los templos, y es que al entrar en el primero que te presenta Tears of the Kingdom tendrás clarísimo que este será el modelo de mazmorra a seguir en el futuro de la saga. En concreto, no pudimos despegar los ojos de la pantalla hasta que terminamos el Templo del Viento, el primero al que llegamos. Y es que los desafíos tan interesantes y divertidos que nos ofreció nos atraparon antes de que nos pudiésemos dar cuenta. De repente, al entrar en cada nuevo templo nos invadía ese sentimiento de estar completando una mazmorra clásica de la saga que tanto echábamos de menos.

El combate sigue siendo tan intuitivo y responsivo, de hecho una de las nuevas mecánicas con nuestro brazo es que a las armas ahora también se le puede pegar «algo» desde una roca hasta un material mas grande o fuerte que hará que hagamos más daño o que nos funcione para abrirnos paso por algunos accesos en el mapa. Link tiene a su disposición una amplia variedad de armas y habilidades, que se obtienen a lo largo de la aventura. Desde la icónica espada maestra hasta arcos y flechas mágicas, cada herramienta desempeña un papel crucial en la resolución de enigmas y enfrentamientos con enemigos formidables.
Desde el punto de vista visual, «Tears of the Kingdom» es una obra maestra donde nos damos cuenta que a pesar de que es un juego con la misma calidad de su antecesor por estar otra vez en el Nintendo Switch, si que vemos mejoras sustanciales y como aquí se explota en su totalidad la consola con cosas muy bien logradas. Los gráficos son geniales, los paisajes detallados, efectos visuales asombrosos y una atención meticulosa a la estética, junto a las físicas, que nos dejaron impresionados sobretodo, ya que se noto el atención al detalle en este aspecto. Al igual cada región de Hyrule tiene su propio encanto único, desde los exuberantes bosques hasta las majestuosas ruinas. Además, los diseños de personajes están llenos de personalidad y reflejan el cuidado y el amor invertidos en el juego.

El apartado sonoro es igualmente excepcional. La banda sonora, compuesta por talentosos músicos, acompaña perfectamente cada momento del juego, desde momentos emocionantes hasta escenas más tranquilas y melancólicas. Los efectos de sonido también son impactantes y contribuyen a la inmersión total en el mundo de Hyrule.
«The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom» es una obra magnífica, posiblemente una de las mejores secuelas de la historia y todo un regalo para todos los que hemos crecido con esta franquicia, es un hito en la saga de Zelda y un logro notable en el mundo de los videojuegos. Con su combinación perfecta de jugabilidad emocionante, gráficos impresionantes, narrativa cautivadora y una banda sonora inolvidable, este título se alza como uno de los mejores juegos de aventura de todos los tiempos. Si eres un fanático de la serie Zelda o simplemente un amante de las buenas historias, no puedes perderte esta joya que te llevará a un viaje inolvidable a través del reino de Hyrule.
