Nombre: Dying Light.
Desarrollador: Techland.
Distribuidor: Warner Games.
Jugadores: 1 a 4 jugadores.
Genero: Aventura – Acción en primera persona – Terror.
Techland nos dio la franquicia Dead Island, utilizando en su premisa durante su avance inicial a una familia que se ve afectada por un brote de zombis. El producto final, aunque divertido, estuvo un poco alejado a como nos lo habían mostrado. Ahora, con Dying Light, se acercan más a capturar ese mensaje inicial que nos ofrecieron en sus primeros tráilers.
La historia cuenta con muchas situaciones de película de acción, contadas de una manera más seria. Tendremos el control de Kyle Crane, un agente encubierto que es enviado para recuperar datos de una organización llamada GRE. Cuando Crane descubre que las cosas no son como parecen, decide ayudar a un grupo de sobrevivientes. Con hordas de muertos vivientes que vagan por las calles y un maniático que solo quiere alcanzar el poder, las cosas malas están más que obligadas a suceder. La historia nos hace adentrarnos y preocuparnos por los personajes conforme avanza, haciendo que algunos eventos importantes de la trama sean más impactantes.
Aunque la narración es inmersiva, la típica presentación fuerte o directa a veces se puede romper en lo que vemos en pantalla, lo que dificulta el impacto de la historia. Aunque no es común, cuestiones como personajes secundarios, objetos, escenarios, efectos de sonido o música que se corta puede hacer un poco lenta la experiencia. Afortunadamente el combate ocurre a un ritmo tan rápido que estos fallos a menudo se pierden o pasan por alto fácilmente.
Dying Light encuentra su mejor momento durante las peleas cuerpo a cuerpo, debido a la brutalidad de las animaciones, así como la naturaleza de sentir al jugador satisfecho de golpear a un atacante con el arma que agarramos o diseñamos. Para sobrevivir, los jugadores deben de estar atentos a su alrededor; es esencial para los elementos de combate mano a mano y armas que pueden ser modificadas. Este sistema de creación o artesanía es muy fácil y accesible; la creación de elementos es tan simple como el descubrimiento del mismo, sumando la búsqueda de las herramientas necesarias y elaborar el ítem deseado.
Las batallas son agradables, pero siempre y cuando tengas la eficacia del arma equipada, para que el conflicto en el que estés salga bien, encararemos a zombis y humanos, que serán por su lado un desafío en el juego, es por eso que tener un arma cada vez más eficaz será lo que nos salve el pellejo. Al principio de la campaña nos enfrentamos al mismo zombie hasta que nuestra barra de stamina se agotó dos veces antes de derrotarlo, hay que estar atentos de estos detalles para salir victoriosos también.
Una vez que nos acostumbramos a nuestro personaje, encontrábamos y construíamos mejores armas, estábamos más formidables en la batalla, pero esta sensación aumenta una vez que localicemos armas de fuego. Desafortunadamente mientras que las armas permiten una fácil eliminación de enemigos, la mecánica de disparos no cuenta con el mismo esmalte que el combate cuerpo a cuerpo, por lo que es probable que elijas mejor luchar cuerpo a cuerpo para divertirte destazando zombis y usar armas de fuego solo cuando la situación lo amerite.
Muchas veces en este tipo de juegos, evitar un conflicto, pelea, o situación es la mejor apuesta, por lo que esquivar las legiones de muertos vivientes es crucial. Esto significa mucho correr por tejados y subir paredes. Aunque el sistema de free-running o parkour esta presente la mayor parte del tiempo, un simple paso en falso de nosotros puede ser la diferencia entre el éxito o un fracaso frustrante. Desafortunadamente, para el juego que se apoya tanto de estos elementos de free-running o parkour, no da el ancho: en pocas palabras, no es lo suficientemente confiable.
El control en este tipo de sistema necesita algún tiempo para que se acostumbren a el, pero en situaciones de alta presión, ninguna cantidad de practica puede prepararnos para la inconsistencia del mismo. La principales misiones del juego consisten principalmente en evitar las hordas de zombis en nuestro camino a un punto del mapa. Algunas otras misiones requieren más exploración, es en este punto que al estarnos moviendo a través del mapa tan rápidamente, es fácil pasar por alto los paisajes que nos da Dying Light, unos que nos hacen decir que sin duda es un mundo de excelente aspecto.
Aunque casi todas las misiones en la campaña son divertidas, la variedad real viene de las misiones secundarias, ya que los jugadores se encuentran con más personajes y objetivos que exigen una mayor exploración, incluyendo una misión que nos pondrá a re-segurar zonas en todo el mapa. Además de esto aparecerán en el mapa otras mini misiones que nos pondrán por ejemplo a ayudar a sobrevivientes para defenderse de ataques zombis, con recompensas que sin duda valen la pena.
Como su nombre lo indica, Dying Light se pone más intenso cuando el sol se esconde. Durante el día te sientes como si estuvieras al control de cada una de tus acciones, combates, etc. Esto cambia cuando las criaturas de la noche salen, Techland crea muy bien esa sensación de desolación, de estar solo en la oscuridad, pero lo que impulsa este sentimiento desesperado es la introducción de los llamados “Volatiles” (zombis poderosos y ágiles que prosperan en dicho ambiente). Con estos monstruos fuera, los jugadores querrán pensarlo dos veces para dejar su zona de seguridad durante la noche, pero Techland los tienta a salir y explorar proporcionando estadísticas con puntos de experiencia adicionales para quienes tengan el valor, pero aún con esto, tu corazón querrá que mejor lo pienses.
Esos puntos adicionales obtenidos por la noche son atractivos, ya que toda la experiencia se distribuye en tres categorías separadas dentro del sistema de nivelación. Con cada categoría tendremos un árbol de habilidades diferentes, haciendo que los jugadores tengan a su personaje con un estilo de juego a su gusto, fomentando al mismo tiempo que jueguen de manera integral para esto.
La experiencia de Dying Light es mejor y se disfruta más junto a amigos en el modo multijugador cooperativo. Juntos podrán acabar misiones de la campaña o secundarias, o incluso trabajar en equipo para sobrevivir la noche. La incorporación de más jugadores a las misiones de la campaña ayuda en las zonas más difíciles o accesibles, y trabajar en conjunto para explorar la zona en cuarentena hace más agradable la experiencia en general.
A pesar de los errores técnicos y parkour, la mecánica de combate es gratificante, la narrativa está bien ejecutada, y un excelente multijugador cooperativo hace para los jugadores de Dying Light una agradable estancia en este apocalipsis zombi. Por último, podemos decir que Dying Light es un fuerte juego de zombis en mundo abierto que ofrece una buena experiencia en casi todos los frentes.









