
Nombre: Furious 7.
Director: James Wan.
Distribuidora: Universal Pictures.
Lo bueno: Efectos visuales. Actores y la unión perfecta para la pantalla grande de la franquicia con una sincera y respetuosa despedida a Paul Walker.
Lo malo: Secuencias dramáticas no dan el ancho y sin duda la franquicia da a conocer que ya no opera en reglas de lo real.
La franquicia de Rápido y Furioso sin duda es ahora una de las favoritas por muchos seguidores desde que vieran sus inicios a lo que ahora es. Con esta séptima entrega nos encontramos con Dominic Toretto (Vin Diesel) y su familia en un nuevo panorama después de dejar atrás sus vidas como infractores de la ley, aparte de tener a Letty (Michelle Rodríguez) con una memoria fracturada lo que hace para ella y Dom, tener su antigua vida juntos. Todo esto queda en un plano secundario cuando nos presentan a Deckard Shaw (Jason Statham), un peligroso ex soldado de fuerzas operativas que busca venganza tras lo que le hicieron a su hermano menor Owen (Luke Evans).
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Con esta premisa, capturar a Shaw que esta cazando al grupo de Dom no será nada fácil, pero no estarán solos ya que el mismo gobierno quiere su captura, pero para eso necesitarán algo antes: una herramienta de hacking denominada Ojo de Dios, con esta les permitirá ver en cualquier parte del mundo dónde está Shaw y capturarlo.
En estos años no es por demás notar que la franquicia ha crecido, no solo manteniendo su publico de nicho sino también acercándose a nuevos que se han quedado con la franquicia, siguiendo cada nueva película que sale, esto sin duda por lo que creo Fast Five y Fast & Furious 6 ¿Por qué? Porque en sus guiones han incorporado no solo a actores de renombre, si no que se les ha incorporado nuevos elementos de acción y giros argumentales. Todo esto se refleja con Rápidos y Furiosos 7 continuando con el trabajo del guionista Chris Morgan quien ha hecho las ultimas cuatro películas, haciendo de esta película nuevamente, una mezcla de historia con nuevas caras y una trama que debe complacer sin duda a la base de fans que ya tiene bien ganada la franquicia.

El inicio de la película es muy bueno, nos demuestra por qué Jason Statham fue elegido para el papel y lo que nos depara la película, además de demostrarnos cómo todos los personajes intentan vivir sus vidas, encontrar una normalidad después de lo que pasó en Londres. Después en su desarrollo podemos ver que el filme explora elementos que nos recuerda a franquicias como Misión Imposible o alguna película de James Bond, todo esto para que al final nos den una dosis de acción muy al estilo de películas como GI Joe pero con el contexto que va acorde a la franquicia de Rápido y Furioso.
Todo esto espara la franquicia entretenido, aunque llega a unos puntos ridículos, pero sin duda ya se dieron cuenta que la franquicia ya no opera acorde a la realidad o físicas que uno podría esperar en algo que es con personajes “reales” o dígase situaciones de ese tipo, aquí vemos sin duda alguna que esto ya es una versión aumentada de lo real, en el que los personajes de Rápido y Furioso son como súper héroes de cómics, pero en su mundo. Una que otra escena si nos hizo decir “¿Cómo es eso posible? ¿No son humanos?” entre otras.

En las anteriores películas de Rápido y Furioso (las cuatro últimas) el director fue Justin Lin, ahora la dirección fue a cargo de James Wan, sí, el mismo que hizo películas del genero de terror como Saw o El Conjuro y al ver el trabajo que hizo con esta película nos daba algo de curiosidad ver cómo haría algo fuera de su propia firma artística, sin duda lo hace bien. Integra técnicas visuales muy bien implementadas, así como opciones de estilo que le dan algo sin duda nuevo a la franquicia.
Todo esto sin duda se une a la receta de la séptima entrega con un buen trabajo de fotografia a cargo de Stephen F. Windon y teniendo igualmente como operador de cámara a Marc Spicer quienes nos dan con todo esto combinado unas secuencias de peleas y acción emocionantes, con una buena coreografía. A lo mejor donde no tiene tanta sustancia las tomas en los momentos emocionales, en donde se siente un tanto rígidos los diálogos o lo melodramático de la situación.

Además mucho de lo que vemos en pantalla de estas tomas dramáticas se sienten como reestructuraciones en el guión para darle al personaje de Paul Walker un adiós. Antes de su muerte, Paul no había realizado alguna escena de acción, por lo que podemos ver que en el trabajo de estas secuencias realizaron una decente participación los hermanos de Walker como sus suplentes. Aunque hay que decir que sin duda la influencia de lo que pasó al actor esta aquí para dar paso a lo que sigue y que los esfuerzos sinceros por los miembros del reparto intensificaron las grietas en la historia de Brian O’Connor dando al final como resultado junto con los excelentes trabajos en CGI de Weta Digital, una despedida que a muchos les dejará un nudo en la garganta, si vieron todas las películas y esperaban ver un muy emotivo adiós al actor Paul Walker, esta es bien representada.

Diesel, Brewster, y Rodríguez hacen un excelente papel en sus respectivos personajes, Chris «Ludacris» Bridges y Tyrese Gibson sin duda son el dúo simpatico que no puede faltar en la franquicia. Por el lado de Dwayne «The Rock» Johnson y Elsa Pataky, sus tiempos en pantalla son limitados, en la parte de Dwayne, su personaje Hobbs obtiene una muy notable participación en escenas de combate y de acción que sin duda no hace mal pese a que no lo vemos mucho. Jason Statham, haciendo de Deckard Shaw es una de las grandes adiciones que sin duda le vino bien a la historia que nos presentan, Jason es sin duda un buen actor en darle vida a esta clase de personajes y aquí lo vemos sin lugar a dudas como uno que recordarán, además de que su ejecución es adecuada. Además que Kurt Russell, otra cara nueva al elenco logra un personaje encantador, enigmático para lo que depara la franquicia y en donde sin duda la intención es seguir viéndolo en alguna nueva entrega. Por otra parte Sean Bosewell de Fast and the Furious: Tokyo Drift solo tiene un breve momento en pantalla, por lo que los aficionados que esperaban verlo más en pantalla estarán decepcionados y Djimon Hounsou como Jakande, un terrorista que tiene que ver en la historia de esta entrega, nos da a un villano algo olvidable si no fuera por las participaciones en conjunto que tiene en algunas escenas.

Rápidos y Furiosos 7 es un sólido trabajo de éxito dentro de la franquicia, proporciona sin duda una agradable dosis de acción, adrenalina y una despedida al actor Paul Walker. Es una visita a las salas obligada para los fans más acérrimos pero igualmente para los nuevos espectadores que salvo lo irreal de algunas secuencias, pueden disfrutar de una estimulante superproducción de entretenimiento. Personalmente nos gustaría que la serie terminara con esta entrega, pero sin duda alguna esa no será una opción, ya que el potencial ahí esta como para ver seguro otro filme más.

¡Qué bárbaros! La película es para un día simple, sin pretensiones filosóficas ni tramas profundas, Rápido y Furioso 7 es una buena opción. Hay demasiadas cosas imposibles: los desafíos impactantes que Dwayne «The Rock» Johnson y Vin Disel “Toreto” (parecen inmortales) superan sin esfuerzo, autos voladores, improbabilidades por doquier, proezas físicas sobrehumanas, y bolazos hipercafeinados, sólo que Mister Wan se da el lujo de filmarlo como los dioses y por ello terminamos aplaudiéndolo. En conclusión, es espectacular, entretenida y hueca. El argumento es chafa por todos lados, pero todo es tan cool – desde los personajes hasta los autos – que es posible perdonarle todo.